En una de esas miles de confesiones,
hace ya unos 8 años, una conocida afirmó que el problema de la música
en general, y con las bandas de punk y sus discos en particular, es que
hay muchas y demasiados. Vamos, que se edita un montón de mierda. Esa es
, según ella, una de las causas de que cada vez más y más kilos de
música se agolpen en repisas con el triste destino de acumular polvo
como condena casi segura.
Sinceramente, pese a
que no me gustó oírlo, creo que llevaba parte de razón. Ha pasado el
tiempo y ese argumento de "exceso de oferta" lo he venido escuchando en
diversos círculos. El último en el mundo de los libros. "Hoy en día
demasiada gente edita un libro". Ya no sé qué decir. No sé si asentir,
discrepar o comprender, pero no compartir, ese razonamiento.
Más
de una vez me he preguntado donde están las diferencias, si es que las
hay, entre el futuro que les espera a la música y a la letra, editadas en
formatos clásicos, en un mundo cada vez más digitalizado, que valora lo
inmediato, liviano y poco voluminoso.
¿Será el triunfo del alma del contenido frente al mero placer físico de poder tocar lo material,es
decir, el continente? ¿O es justo al contrario, la muerte del espíritu que discurre entre hojas numeradas a manos de pantallas digitales de última generación?
No tengo ni puta idea pero, lo que son las cosas, hoy un compañero de trabajo -y sin embargo amigo- me ha regalado un libro, escrito y autoeditado por su madre. Me lo ha traído desde Burgos, firmado y dedicado como el que firma y dedica un trozo de su vida.
Y me ha hecho un ilusión de la hostia.
Sinceramente, creo que hoy en día demasiada gente piensa que se editan demasiados libros y que unas siluetas en una pantalla son preferibles a que la tinta se seque sobre un papel que aún huele a nuevo.
Allá ellos.
Gracias, Colette.
Es una cuestión de funcionalidad, al menos en mi caso. Tengo un ebook, y lo uso a diario porque es muy cómodo, pero sigo prefiriendo el tacto del papel de un libro. Exactamente lo mismo me pasa con la música, no hay comparación entre tener un vinilo (Led Zeppelin IV, por poner un ejemplo) en las manos que un mp3 mínimo, ni siquiera la forma de escuchar la música es la misma, pero el mp3 es mucho más cómodo.
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