domingo, 18 de agosto de 2013

Luz

Hoy me he levantado con el ánimo crespo. Malencarado y con la paciencia escasa, necesitaba escribir unas líneas para poder echar todo ese veneno fuera. Sin embargo, me he sentado delante del ordenador y no he sido capaz de escribir una palabra.

Puede que ese asco infinito que siento ahora mismo por mi, y lo que me rodea, no haga más que crecer, acabando por devorarme rápidamente si le hago más caso del necesario.

Tal vez sea un monstruo que se alimenta mientras miro al mundo cargado de odio; puede que sea yo mismo el que facilita su sustento al otorgarle el inmenso poder de afectarme diaria y criminalmente.  Puede ser.

Hoy estoy decidido a luchar contra esa sombra con el mayor de los desprecios. Me guardaré de ella centrándome en lo positivo, en lo que da vida y no en lo que la quita.

 Esa es la razón por la que voy a dedicar un rato a reescribir unas frases que surgieron del recuerdo de mi abuela materna, Mari, un día que me levanté de la cama deseando poder escuchar su voz.

Estas cosas no se suelen decir, pero creo que ha sido la persona que más me ha querido en mi vida, como mínimo tanto como mis padres y si digo que incluso aún más, creedme, no estaría mintiendo. 

 Tengo mil historias con ella, como cualquier nieto con su abuela. 

 De adolescente tenía que irme a su casa para poder escuchar mis poquísimos discos ya que en la mía no había tocata. El ritual era básicamente siempre el mismo. Llegar, saludar rápidamente y encerrarme en el salón. Ponía el trozo de plástico a dar vueltas, con el volumen a nivel considerable, y empezaba a dar saltos, redobles de batería y mil punteos mientras me tiraba por el suelo o contra aquel enorme sofá gris que tanto picaba.

Según ella, yo escuchaba "música de negros".


 Cuando me lo dijo por primera vez, me dejó realmente patidifuso; su marido, Arcadio, tocó unos años el clarinete en la orquesta de pueblo, pero no creía que este hecho permitiese a mi Abuela reconocer que bajo las notas de Led Zeppelin o Metallica pudieran estar escondidas antiguas referencias al blues del delta.

 Al preguntar el porqué de su afirmación ella me contestó: "Nun sé Arcadín, pero veote saltar y revolcate como un cafre canibal de esos, así que será de negros. ¿No?"

 
Güelita, te echo tanto de menos como me sigue gustando la música de negros aquella.

Te queremos, Mari Luz.
¡Cafre!
( Otro día ya os contaré cuando me llamaron hijo de Genghis Khan).


viernes, 2 de agosto de 2013

Seguramente

Se ha dicho de todo sobre la comparecencia de Rajoy ayer en el Senado.

 No soy ni periodista, ni analista político, pero este blog esquizofrénico me sirve para reir, llorar o gritar en público. Como hoy.

 Sólo pude ver las primeras dos horas de espectáculo parlamentario y me hubiese encantado poder haberlo seguido entero, me he degenerado en un viejo y decrépito ser que paga con monedas el precio justo en el super creando unas colas de espanto. Confieso que ni me había imaginado que lo de "Fin de cita" fuese un error de lectura. De hecho, en directo, la primera intervención de Mariano me pareció relativamente buena en términos generales. ¿Por qué no voy a reconocerlo? Sin embargo,fueron sus primeras frases, las que servían de recuerdo a las víctimas de la tragedia de Angrois, las palabras que todo el mundo parecía esperar y respetar, las que me sacaron de quicio.

Vino a decir que la respuesta solidaria, honesta y valiente de los vecinos, y del resto del país, no hacía más que reforzar nuestra imagen en el exterior y que la Marca España se veía beneficiada tremendamente.

¿A nadie le hirvió la sangre como a mi?

¿Cómo se puede ser tan miserable?¿Cómo se puede ser tan simple, populista y aprovechado? ¡No se puede ser peor persona, no se puede ser más ruin y rastrero! Tanto el que lee una cosa así, como el equipo de escribanos que lo ha redactado, como los consejeros que lo han aceptado, son todos un grupo de inmorales, manipuladores, falsos, hipócritas y amantes del todo vale. Traficantes de miserias, mercanchifles del dolor, que quieren convertir las lágrimas en beneficio propio como la piedra filosofal convertía en oro la escoria.

De entrada, no tengo muy claro lo que es la Marca España. O sí, y no me gusta. Se me antoja una mentira enmohecida bajo un envoltorio renovado. Una excusa espúrea, manoseada, desvirtualizada y prostituida.
 
Pero, lo más grave es el argumento utilizado por nuestro presidente.¿Qué país que no haya sufrido una desgracia así, ya sea natural o provocada por el hombre, no se vuelca con sus víctimas? Dadme un solo ejemplo, sólo uno, joder. Es lo mínimo, lo más básico del ser humano.¿Qué cojones Marca España?

 Y por otro lado, un accidente, una puñalada de la vida como esta , cuando ha pasado algo así en China, en Inglaterra, en Francia, Alemania, donde sea, ¿habéis pensado algo positivo al respecto? ¿Se os ha ocurrido pensar en el ejercicio de solidaridad que hay alrededor o en cambio habéis pensado más en qué cojones pudo haber fallado y qué dejó de hacerse para no estar más preparados para mitigar los daños?


Debo ser un tipo rastrero, vil y deleznable. Un mono sin entrañas que juzga a los demás con sus propios pecados.

Seguramente.