miércoles, 11 de septiembre de 2013

Bebe y deja vivir.


"España, dos mil años de historia no acabaron de hacerte", escribió Eugenio Nora  hace tiempo.

Pues yo añado que puede que aún esté sin hacerse, pero que las cosas parecen eternizarse y repetirse una y otra vez, en una suerte de Día de la Marmota histórico, protagonizado por Alfredo landa o José Luis  López Vázquez en vez de Bill Murray.






Digo esto desde los ecos del tan cacareado discurso de la Alcaldesa de Madrid, Ana Botella, frente al Comité Olímpico Internacional en pos de lograr que Madrid fuese sede de los JJ.OO en el año 2020.





El resultado ya lo sabemos todos. Y sí, a mi también me ha parecido lamentable , de vergüenza ajena y propia, el manejo del inglés de ciertos representantes internacionales. En especial el del señor Alejandro Blanco presidente del COE desde el 2005; un tipo que tras años de supuesto trabajo internacional responde públicamente como haría un suspenso para septiembre de sexto de primaria y con un tono chulesco digno de un gag de "Cruz y raya" ambientado en Moratalaz un día de mercado.


Lo del "café con leche" de Ana Botella no me parece para tanto, una pronunciación pésima, pero muy digna para el común de los españolitos, una pose forzada y una sonrisa de mantis religiosa, vale, ok; pero no seré yo el que pida peras a una manzana y ,ni mucho menos, osara juntarlas. 


Ana Botella es una señora de las de siempre, una "Señora de", que no ha sido elegida por nadie, al menos democráticamente, y que tiene como mayor mérito haber intimado con un bigote paralizado sobre unos abdominales definidamente conservadores. Además, juro que a mi me pareció -lo del cafe con leche- una expresión usada en castellano para darle un aire de "es muy típico de aquí quedar para tomar un café". 


Sin embargo, no nos engañemos, es algo nuestro no tener facilidad ni, sobre todo, voluntad de aprender segundos idiomas.


Durante muchos siglos, el español o castellano, como gusten, ha sido la lengua más importante , o de las más importantes del mundo, por cuestiones geo-políticas. Pero el cuento se acabó, claro. A día de hoy,  en el mundo transformado por la Revolución Industrial, las decisiones más importantes a nivel global se traducen al inglés que es la lengua oficial de lo que nos ha tocado vivir. Como en su momento fue el latín, ni más ni menos.


Y es aquí donde quiero ir a parar, o a comenzar más bien.





Una cita latina decía algo así como: "Beati hispani, qvibvs vivere bibere est", o lo que es lo mismo, "Dichosos los hispanos para los que vivir es beber". 


La frase de marras tiene dos lecturas. No es que seamos unos borrachos desde la noche de los tiempos, sino que -o además- hace algo más de 2000 años ya hablábamos mal el Idioma del Imperio de la época; es decir, el Latín. 


Eramos de las pocas provincias dominadas que no sabíamos distinguir la pronunciación de la V y la B. De ahí la coña clásica. De hecho, Cicerón, adalid de la retórica y la pulcritud gramatical latina, dejó constancia de que, en el Senado Romano, a los senadores y embajadores provenientes de Hispania era difícil entenderles en sus intervenciones.


Cada vez que cuento esta anécdota no puedo evitar confesar que ,sabiendo que la zona más rica de la Hispania de la época era el Sur, es decir, "Andalucía", siempre me imagino que los representantes Hispanos son los maravillosos Cantores de Híspalis.






El caso es que han pasado más de dos milenios pero  Botella y lengua, continente y contenido, siguen dando que hablar.


En esta piel de toro, tal vez por orgullo mal entendido, por falta de miras o escasez de empeño en la escuela, nunca hemos apostado por la importancia real de dominar la nueva lengua imperante en el mundo. 


Yo mismo, durante aquella bendita EGB, pude ver como la asignatura de Inglés estaba a la altura de Religión o Educación Física. Se podía suspender, sí, pero en la mayoría de hogares que el crío suspendiese matemáticas, lengua, naturales o historia era infinitamente peor. 










Ana Botella refleja una realidad tan mal maquillada como ella misma. Seguimos viviendo como hace dos mil años y , no seré yo el que defienda la capacidad de la Señora en cuestión, pero con ella la inmensa mayoría del país ha visto la paja en ojo ajeno.


Espero que esta frase, con Botella, paja y ojo,no se saque de contexto lo más mínimo y que , con una visión más dulce, repleta de empatía, disfrutéis de la esencia del discurso anlosajón tamizado carpetovetónicamente y con pajarita:











1 comentario:

  1. Que casualidad, yo estaba escribiendo sobre lo mismo, pero creo que lo publicaré mañana... habrá quien diga que no sé tiene porque saber inglés para ser buen alcalde, pero yo me pregunto que clase de alcalde de una capital europea puede ser quien ni se ha molestado en aprender correctamente el idioma más importante hoy en día, como para pedirle que se moleste en otras cosas más esforzadas... esta es la degradación de nuestra clase política, de un intelectual como Tierno Galván, que llegó a publicar un centenar de obras de su puño y letra, a esta señora incapaz de escribir ni la lista de la compra... y aún dirán que esto no tiene que ver la que tenemos encima...

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