Deslizándose entre las gotas de abril, entre las lágrimas de este invierno que se despide. Discreta y sin avisar. A hurtadillas se coló esta primavera por mi ventana; y de su mano, la sonrisa que te acompaña.
Furtiva y dulce; llena de vida y de sol. Un susurro entre el ruido que me rodea. Un caricia de seda como tu pecho desnudo, rezumando sal, reventando en el espectáculo del nácar de las olas al tornar. ¿Qué has venido a robar desde el balcón de tus labios? ¿Unas palabras entrecortadas? ¿Un latido acelerado? A hurtadillas se coló esta primavera por mi ventana; y de su mano, la sonrisa que te engalana.
Esa media luna que te talla el rostro, al reir, luce blanca y cercana, y me rapta y me cuelga del cielo azul bajo el que te conocí.
La de la tierra fértil |
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