Cercana a la treintena. Pelo moreno, liso y suelto que le llegaba por los hombros. Cazadora vaquera abierta y una camiseta blanca muy fina. Pantalones negros, no recuerdo si también eran vaqueros.
Caminaba rápido pero de un modo tan seguro como elegante que me atrajo de inmediato.
Obviamente, tras pasar a mi lado, no pude evitar darme la vuelta para mirarla.
Ella también se volvió.
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